La película ‘La Reina de Katwe’ narra la historia real de Phiona Mutesi, una niña que gracias a la labor de una misión cristiana salió de la pobreza para convertirse en una jugadora profesional de ajedrez.
Phiona Mutesi nació y creció en una de las zonas más pobres del mundo. Katwe, uno de los barrios más pobres de Kampala, capital de Uganda. Su padre murió cuando apenas tenía tres años y más tarde su hermana mayor también murió, presumiblemente de malaria. Su madre era su único apoyo pero no podía pagar el alquiler ni la escuela, así es que se vieron obligados a vivir en la calle con la única esperanza de encontrar algo que comer. Un día de 2007, Phiona entró en la Iglesia Agape, una pequeña habitación con suelo de tierra y paredes de madera, en la que el exfutbolista Robert Katende, enseñaba ajedrez a los niños de Katwe después de darles de comer. Este proyecto forma parte de la labor ministerial de Sport Outreach Ministry (SOM), un ministerio con sede en Lynchburg, Virginia, dedicado a restaurar la esperanza de los más necesitados a través del mensaje de Cristo.
La película contiene escenas frecuentes de oración en la Iglesia Agape de Kampala y de cómo el entrenador Katende construyó un equipo de ajedrez con los niños de los barrios pobres, la mayoría de los cuales no podían permitirse el lujo de ir a la escuela. El ministerio no sólo les enseñó ajedrez, también les discipuló y ayudó a colocarlos en las escuelas cristianas de la comunidad.
Disney mantiene los elementos de la fe cristiana, para contar la historia de una joven que gracias al trabajo de un ministerio evangelístico ayudó a una chica analfabeta de Uganda a dejar atrás las chabolas para convertirse en una extraordinaria jugadora de ajedrez de nivel mundial. Sin duda alguna, esta historia no resulta conmovedora sólo por el cambio de vida que sufre su protagonista, conmueve también pensar que el trabajo de un misionero ayudado por un ministerio evangelístico puede cambiar otros miles de millones de historias y vidas.

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