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Por: Pr. Manuel Menacho Valverde
Las Asambleas de Dios, es fruto del trabajo de misioneros dejando todo en su país, escucharon la voz de Dios de ir a otras naciones con  necesidad del evangelio y de las buenas nuevas de salvación. 


  
Estos maravillosos hombres y mujeres de Dios, apasionados del amor de Cristo, no se establecieron en las grandes capitales o ciudades de multitudes, sino llegaron a un pueblo del departamento de Ancash llamado Mácate, un pequeñísimo pueblo de los andes  al que solo se podía llegar a pie o en burro, de allí conquistaron otras ciudades como Caraz, Yunga, fueron perseguidos, apedreados pero nada los detuvo de seguir  su misión de alcanzar a los perdidos, a esos hombres quechua hablantes. 



¿Qué había en el corazón de estos americanos? solo amor, pasión por Cristo Jesús y  obedecer su palabra, así comenzó la gran conquista del Perú con el bendito Evangelio del reino que cambio la historia de estos pueblos olvidados de idolatría paganismo para conocer aun Dios vivo y verdadero.
Hoy somos más de un millón de miembros, con más de siete mil pastores afiliados, cerca de cuatro mil iglesias establecidas en cada rincón del país, institutos bíblicos donde se preparan cientos de jóvenes, y aún más contamos ya con una universidad de teología  ahora ¿Cuál es el reto, la misión que Dios pone en nuestras manos?



Es tiempo de volver a las sendas antiguas del fuego del Espíritu santo en nuestros corazones  llevar las buenas nuevas de salvación a todo rincón preparar misioneros llenos de amor y pasión por los perdidos sin cristo.



 Tenemos el reto   de evangelizar no solo personas sino evangelizar ideas, pensamientos conceptos que se han establecido en nuestra sociedad posmoderna ,que atacan y destruyen  la  fe bíblica  , la familia, la educación, la moral, la ética,  han sacado a Dios de todo  su palabra, sus leyes, sus normas, usando la ciencia, la filosofía, el ateísmo, el humanismo, a través de los medios de comunicación, la educación en los colegios y universidades. 



Usemos todo los medios y recursos que estén al alcance de nuestras manos; despertemos y preparemos a nuestra juventud en cada iglesia, para mandarlos al mundo que aun no ha sido alcanzado por el Evangelio, Dios nos llama  hacer historia misionera en los pueblos, ciudades países  no alcanzados como  el mundo musulmán la india china etc.




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